El pensar en los adultos mayores y relacionarlos con ideas equivocadas de personas enfermas, ha cambiado de perspectiva, gracias a las atenciones psicológicas, charlas y talleres de memoria, así como el desarrollo de habilidades sociales y físicas, que son necesarias para un cambio de percepción, ya que envejecer no es sinónimo de enfermedad.
En estos tiempos las redes sociales, han protagonizado muchos de los cambios en las personas, como forma de integrar y en reforzar una mirada sin prejuicio a ellos, donde se sensibiliza y concientiza a la sociedad sobre los adultos mayores.