Cada 15 de mayo desde 1994, se celebra el Día Internacional de la Familia instituido por la asamblea general de la ONU, con la finalidad de poder crear conciencia sobre el rol fundamental de cada uno de los miembros de esta, y así poder ir fortaleciendo lazos afectivos desde la primera infancia y con el único objetivo, de poder ofrecer competencias adecuadas para contribuir a una calidad de vida óptima, y que esta a su vez contribuya a una sociedad transformadora y de respeto hacia las diferencias.
Desde esta mirada, es que este día nos invita a reflexionar y tomar conciencia del rol fundamental de cada miembro y el vínculo afectivo más poderoso que nos ofrece pertenecer a una unidad de grupo, de tal manera que sea reconocida como el núcleo central de la formación para un sociedad transformadora, cultivando valores, emociones positivas, y tomando en cuenta que este núcleo y su desarrollo óptimo es el que colaborará en potenciar la educación y por ende una sociedad que se fortalezca en sí misma.
Por otro lado, la pandemia nos ha invitado a reconocernos como una unidad de regocijo, apoyo incondicional y protección, actualmente. Hemos descubierto que transcurrir el tiempo con la familia era el espacio más valioso que teníamos, el cual ha generado que nuestro vínculo afectivo se fortalezca, a pesar de la distancia social. Generando de tal modo un ambiente de comunicación efectiva, la cual invite a que nuestra conducta sea impactada positivamente.
Hemos aprendido a reconocer los sentimientos, tanto nuestros como de los miembros de la familia, un hecho irremediable y ahora este tipo de aprendizaje significativo ha llamado la atención e interés de los miembros, haciéndonos más afectivos y valorando un poco más los sentimientos de las personas con las que convivimos.
Compatibilizar nuestros roles en un espacio físico durante un tiempo considerable, reconociendo nuestras diferencias, acetando nuevas rutinas y particularidades. Lo cual nos ha invitado a analizar nuestra transición vital, puesto que el concepto de familia ha venido cambiando y adaptándose a las nuevas tendencias y exigencias mundiales, ha pasado de ser un concepto funcional, a ser un poco más flexible, más afectivo e instructivo, contribuyendo a la formación de ciudadanos líderes y condescendientes.
Pautas para promover el fortalecimiento de los lazos familiares en épocas de pandemia:
1. Identificar puntos de interés en común, seguidamente fortalecerlo es lo más importante, sea este un juego, un pasatiempo, una película etc.
2. Promover la comunicación asertiva y efectiva, sin dejar de lado pequeños intereses y temas que subyacen de la convivencia.
3. Realizar una actividad nueva, y donde todos los miembros cumplan un rol de importancia, así generamos el involucramiento y el interés por su contribución a la actividad.
4. Conversar al respecto de los temas a mejorar, como familia, como organización, como rol y como responsabilidad.
5. Favorecer una red de apoyo, ya que nos ayuda a generar vínculos también de manera externa. Personas en quién confiar fortalecen lazos afectivos y contribuyen a la promoción de la inteligencia emocional, dada la empatía de los diferentes caracteres.
6. Flexibilizar los roles, para poder intercambiar tareas y no caigamos en rutina, además de aprender y comprender las acciones de los otros miembros.
7. Aceptar y dejarse apoyar, en épocas de pandemia la solidaridad es un valor que debería estar potenciado entre los miembros internos y externos de la familia.
8. Para los padres de familia, la autorregulación de sus emociones es vital, puesto que será el inicio de una mejor toma de decisiones para ofrecerles una adecuada convivencia a sus hijos, a través del apoyo y respeto de sus diferencias.
Finalmente, quiero comentarles que el éxito en una adecuada convivencia familiar y fortalecimiento de lazos afectivos inicia en la identificación y contribución de un espacio saludable; que brinde respeto y escucha activa hacia sus miembros. Así mismo valorando y aprendiendo de cada miembro como una contribución en la formación personal. Y en épocas de pandemia, aceptando el proceso y generando estrategias de afronte.
Liseth Paulett, Decana de Psicología.