Pasar al contenido principal

Las cifras de adolescentes que padecen diversos trastornos de personalidad y comportamiento va en aumento. A nivel internacional, el reporte de la OMS (Organización Mundial de la Salud) informa que 1 de cada 5 personas entre los 10 y 19 años en etapa adolescente sufren de algún episodio de enfermedad mental, siendo una etapa de desarrollo crítico de la personalidad.

Un estudio realizado por la carrera de Psicología de la Universidad Científica del Sur, evaluó los rasgos de Personalidad Psicopatológicos en Adolescentes de la zona de Lima Sur, evidenciando que 3 de cada 10 entrevistados tienen una tendencia a presentar rasgos psicopatológicos como prototipos de personalidad, preocupaciones expresadas y síndromes clínicos.

El estudio tuvo una muestra representativa de 359 adolescentes, en su mayoría mujeres (61.3%) de las cuales 35.4% cursan el 3° grado de secundaria y 34.5% tienen la edad de 15 años.

Los resultaron también evidenciaron síndromes clínicos de alta preocupación como propensión a la impulsividad y abuso de sustancias; siendo el más problemático la tendencia al suicidio en 5 de cada 10 encuestados.

En el estudio, liderado por el docente Ps. César Augusto Eguia Elias. Coordinador de Investigación de la Carrera de Psicología de la Universidad Científica del Sur, se detectó que 3 de cada 10 encuestados manifestó preocupaciones como difusión de identidad, desvalorización de sí mismo, o discordancia familiar.

El estudio se justifica desde la perspectiva de la teoría de los rasgos de Personalidad de Millon. Además, la metodología utilizada en el estudio permitió alcanzar los objetivos propuestos, adaptándose y estandarizándose el inventario de Personalidad de Síndromes Clínicos de Millon a una muestra de adolescentes de la comunidad de Lima Sur.

El Ministerio de Salud (MINSA) estima que los trastornos mentales representan 17.4% del total de años de vida saludable perdidos, debido a su cronicidad prematura, que genera discapacidad.

El estudio rescató la importancia de involucrar al Estado, las familias, las entidades educativas, como agentes que promuevan estilos de vida saludables, a fin de tomar acciones de prevención de conductas de riesgo.

Con estos resultados será posible desarrollar una serie de acciones psicológicas preventivas con un equipo de profesionales de la salud mental con las poblaciones adolescentes que habitan en la comunidad de Lima Sur. Así mismo, se podrá identificar a las víctimas y agresores de colegios de la zona, y capacitar a docentes y psicólogos en materia de prevención de violencia.