El Nostoc, conocido como Cushuro, murmuta o llullucha, es una cianobacteria que crece en las lagunas altoandinas del Perú sobre los 3000 m.s.n.m., siendo consumido tradicionalmente desde la época de los incas, como parte de la dieta de los pobladores altoandinos de Ecuador, Perú, Bolivia y el norte de Chile.
“Existen investigaciones que reportan un 30% de proteínas, el 60% del total de estas son aminoácidos indispensables, tiene cantidades considerables de minerales como calcio, hierro y magnesio, además es inocua para el consumo humano”, nos explica Faviola Jiménez, Directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Científica del Sur.
Su potencial altamente nutritivo, su uso como fertilizante natural y sus posibles efectos anticancerígenos han aumentado su demanda y lo han vuelto objeto de numerosos estudios en Sudamérica y en Asia.
“El Nostoc o cushuro puede convertirse en una alternativa nutricional importante en especial para las poblaciones altoandinas de nuestro país”, comenta Faviola Jiménez. Sin embargo, la especialista en nutrición recomienda que se debe seguir profundizando la investigación de su valor nutricional, valor funcional, alternativas de producción tecnificada y aplicaciones gastronómicas y en la industria alimentaria.
Entendiendo la importancia que está adquiriendo el Nostoc para la nutrición y la industria médica, preocupa que su creciente demanda pueda impactar negativamente en la disminución del Nostoc debido a la sobre explotación.
Por ello, investigadores y tesistas de la universidad Científica del Sur, diseñaron y desarrollaron dos métodos de cultivo alternativo para su producción a gran escala.
El equipo de científicos, liderado por Paul Baltazar, Jefe del Laboratorio Experimental de Larvicultura de la Escuela de Biología Marina, se valió de cultivos en medios líquidos y sólidos, y, además, rescataron una técnica ancestral de cultivo precolombino conocida como Waru Waru. adaptada para cultivar el Nostoc en el verano, donde las condiciones del clima secan las lagunas y evitan su crecimiento.
Este proyecto nace del interés de mejorar las condiciones económicas de las comunidades alto andinas desarrollando medios alternativos de cultivo que ayuden a preservar el ecosistema de estas algas andinas.
Paul Baltazar comenta que el equipo de Científica tiene como objetivo investigar todas las especies de Nostoc que hay en el país, para hacer la identificación taxonómica del ADN del Nostoc, lo que abrirá oportunidades de estudio para determinar los niveles de toxicidad del alga andina y de aquellas aptas para el consumo humano.