Durante la semana del 17 al 23 de noviembre, nuestra Universidad reafirmó su compromiso con la formación integral de sus estudiantes mediante el EmotiLab: Laboratorio de Emociones y Bienestar Universitario, una experiencia vivencial que reunió a más de 4600 participantes de las diferentes sedes. Organizado por el Departamento Académico de Cursos Básicos en el marco del curso de Psicología General, este laboratorio ofreció un espacio para que los estudiantes pudieran detenerse, reflexionar, reconocer sus emociones y fortalecer sus habilidades socioemocionales en medio de las exigencias académicas. El 95% de los asistentes calificó la experiencia como valiosa o muy valiosa, evidenciando el impacto de una propuesta que coloca al bienestar en el centro de la vida universitaria.
El EmotiLab surgió como respuesta a una problemática creciente en la educación superior: el aumento del estrés académico, la ansiedad ante evaluaciones y las dificultades para regular las emociones. La evidencia científica demuestra que las emociones influyen directamente en la motivación, la atención, la toma de decisiones y el rendimiento, la actividad fue diseñada desde un enfoque psicopedagógico que integra inteligencia emocional, prevención, resiliencia y acompañamiento socioafectivo. Además, la iniciativa se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente con el ODS 3 (Salud y Bienestar) y el ODS 4 (Educación de Calidad), al promover prácticas de autocuidado y el fortalecimiento de competencias esenciales para un aprendizaje significativo.
El diseño del evento incluyó, en los diferentes campus, estaciones generadas en equipo de estudiantes para estudiantes en acompañamiento de sus docentes, invitando a conectar con su mundo emocional en actividades centradas en la respiración consciente, la visualización positiva, la escritura reflexiva, las pausas activas, la conciencia plena y el reconocimiento emocional. Las emociones predominantes fueron tranquilidad, alegría, reflexión y alivio. Asimismo, el 77.5% de los participantes afirmó que las técnicas aprendidas les ayudarán definitivamente a manejar el estrés académico, y el 85% expresó su interés en una segunda edición. Comentarios como “Me sentí acompañado”, “Encontré calma cuando más la necesitaba” y “Aprendí algo que puedo aplicar en la vida real” evidenciaron que el impacto trascendió lo académico y fortaleció el sentido de bienestar en comunidad, un factor clave para la permanencia y la motivación estudiantil.
El liderazgo institucional fue esencial para el éxito del evento. La iniciativa estuvo encabezada por la Dra. Joyce Del Pino Robles, directora del Departamento Académico de Cursos Básicos; el Dr. Miguel Chumpitaz Caycho, director gestor; y la Mg. Ruritza Milagros Cornejo Peña, responsable del curso de Psicología General. Junto a ellos, un equipo docente acompañó cada estación. “Desde el Departamento Académico promovemos la gestión emocional como parte de la formación integral, ya que contribuye al aprendizaje y adaptación de los estudiantes en la vida universitaria”, enfatizó la Dra. Del Pino.
El éxito del evento consolidó su valor como hito pedagógico, demostrando la importancia de crear espacios donde los estudiantes puedan explorar sus emociones, desarrollar estrategias de autorregulación y fortalecer su sentido de pertenencia. Ante el alto impacto y la demanda estudiantil, la Dirección de Cursos Básicos anunció que ya se evalúa una segunda edición ampliada, con nuevas estaciones y propuestas orientadas al bienestar integral desde los primeros ciclos.
En síntesis, el EmotiLab se posiciona como una experiencia transformadora que promueve la autoconciencia emocional, la resiliencia, el autocuidado y la conexión humana, reafirmando el compromiso de nuestra institución con una educación humanista, innovadora y centrada en el desarrollo integral de sus estudiantes.
